Portishead "Portishead" (1997)

A comienzos de 1998, la revista Rock&Pop, edición chilena, eligió entre los mejores discos del año 1997 a este álbum de Portishead la siguiente es la reseña publicada: "Desolador, intenso y dramático resultó el segundo disco de la agrupación de Bristol. Luego de un silencio de tres años, a fines de 1997 regresaron con un disco que viene a ser la continuación lógica del primero. Aunque con una simple escuchada, ambos álbumes puedan parecer muy similares, aquí afianzan el estilo aún en desarrollo de la primera producción, donde la elegancia y el buen gusto quedaban reflejados en su música. Con un sonido análogo que les otorga una resonancia orquestada, la música de Portishead recuerda las producciones de la década de los cuarenta, transportando a los oyentes a bares desolados por la guerra. Si bien el gancho de Dummy, su álbum debut, radicó en la puesta en marcha de un nuevo estilo, esa mezcla de dub, acid jazz, ambient y sicodelia bautizada como trip hop, en esta ocasión destacan por su vuelta al pasado. De hecho, para esta placa, el compositor musical del grupo, Geoff Barrows, quien fuera productor de Depeche Mode y Paul Weller, realizó música incidental, la grabó en vinilo y luego la sampleó para otorgarle un sonido retro y añejo. Si Dummy pecaba por parejo y falto de matices, en el último álbum, el cúmulo de sensaciones que produce cada canción es completamente distinto en cada tema, pero siempre desde un prisma oscuro y desesperanzador. Esta vez lo actual viene de la mano de los samples, efectos vocales y scratches, como en el corte de apertura, “Cowboys” donde se advierte, como en los once temas del álbum en general, un especial cuidado en el tratamiento de los detalles sónicos que le otorgan modernidad. El sencillo “All Mine”, en cambio, es más orquestado y retro, casi como si se tratara de un cover. Tal como lo hace en este single, la voz de Beth Gibbons suena sobreproducida por momentos. Sin embargo, como si se tratara de varias cantantes a la vez, resulta extremadamente versátil. Por ello Gibbons sorprende, sobre todo en los agudísimos falsetes que estremecen y que ayudan a la atmósfera de ultratumba de la producción, como en los casos de la tristísima “Undenied” y “Half Day Closing”, que por nostálgicas y espeluznantes, llegan a estremecer."
Si bien hoy no tenia ganas de escribir nada, quería postear este disco urgente, por eso me pareció buena idea pegar una buena crítica que mas o menos resume lo que es este discaso...que se disfrute!
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2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por el disco de Acid Mother Temple, me he podido volver loco buscando alguno de sus discos!!

Te linkeo en mi blog y me matengo al tanto de lo que vayas subiendo!!

un saludo.

Anónimo dijo...

podrias arreglar los links para bajar los discos???

muchas gracias por tu blog!

genio!